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domingo, 7 de abril de 2013

Una Medianamente Modesta Guía Introductoria al Género del Hip Hop

Así que te gusta la buena música.
Ya descubriste a los Pink Floyd y a los Beatles y a los Led Zeppelin y cada día les ves menos valor artístico a los Papa Roach. Tu pasión por la música contemporánea de calidad incluso ha derribado ciertas barreras interraciales. Crees que Jimi Hendrix es un genio. Admiras a Stevie Wonder, y no solo por ciego. Marvin Gaye puede, en las circunstancias adecuadas, ponerte cachondo. Por lo menos, ansioso. Eres un ávido oyente del género indie y no te importa que los TV on the Radio o los Bloc Party sean morenos. Y si te gusta el jazz (y a quién no le gusta el jazz), sabes que todos los Grandes del género eran afroamericanos: Miles Davis, John Coltrane, Charles Mingus. Buena música.
Sin embargo, hay géneros que no te cuadran. Uno puede ser el metal (y sus doscientos treinta y cinco subgéneros). Otro puede ser la música electrónica. Pero si hay uno que te ha traído desconciertos, cuyas alabanzas se han mantenido enigmáticas, cuya tan-aprobada-calidad no te es comprensible, ese es el hip hop.
Te comprendo perfectamente: yo fui de los mismos.

Y sí, esta es una historia de autosuperación.

Hoy, escucho más hip hop que cualquier otro género. No quiero que te conviertas en la misma monstruosidad, claro, pero no quisiera que evites a uno de los géneros musicales con más variedad de los últimos treinta años por los mismos prejuicios que yo compartí alguna vez.

DICHOS PREJUICIOS:

Las portadas y las fachas.
Las letras son sobre jalar cocaína, seducir a muchas muchachas y ser el "moreno más atrecho del planeta".
La música es repetitiva.
El rap se puso mainstream. Y es terrible.

Después de varios cientos de discos de hip hop después, puedo decir que todos estos prejuicios tienen algo de real. Más allá de excepciones notables, las portadas son terribles. La música ES repetitiva. Hay demasiados álbums de más de una hora de duración y su calidad suele ser irregular. Las letras, aún en los mejores ejemplos del género, pueden tratarse de cómo el MC se autoproclama "el asesinador del rap" y de cómo sus rimas son "están constuidas para ser tan fuertes como Schwarzenegger" (Protect Ya Neck, Wu-Tang Clan).
Pero allí mismo está el encanto.
Me explico, punto por punto.

Las Portadas y las Fachas: Ok, aquí no hay encanto. Van a tener que superarlo: la mayoría de portadas son espantosas, y las muy escasas y notables excepciones no podrían competir contra una portada de rock bien hechita jamás. Pero eso nunca les impidió disfrutar del Pet Sounds de los Beach Boys, ¿verdad? En cuánto a los baggy jeans y las capuchas sobredimensionadas, o los brillantes bibidís de equipos de basquetball con varias libras de oro encima: sí, esos son los mejores poetas de finales del siglo XX y principios del siglo XXI.


Las Letras: Son "inmaduras". Son vulgares. Son sobre tipos creyéndose más de lo que son. Y siendo los mejores raperos del mundo. Hablando de sí mismos en tercera persona. Vendiendo mucha, mucha cocaína. Sus rivales son motherfucking faggots. Ellos son motherfucking monsters. Motherfucking Rhyme Monsters. Ruben Darío estaría orgulloso.
Pero también creo en la siguiente afirmación: en ningún otro género músical es tan esencial la habilidad linguística, la construcción de versos, el uso de recursos retóricos. Hay más metáforas en una canción de Outkast que en la mayoría de discografías de grupos de rock clásico. Y ya que estamos en eso: probablemente soporten las ultrapretenciosas líricas de Led Zeppelin que, en su mayoría, son mala poesía acerca del Señor de los Anillos. No quiero ahondar en los orígenes de los MC y en las batallas de rapeo, en cómo era necesario tener proeza lírica para superar al rival (humillándolo con adjetivos rebuscados, si no cómo). Pero, por más ridículas que sean las afirmaciones presentadas, canción tras canción, es necesario reconocer la calidad prodigiosa que encontramos en los mejores discos de hip hop.
En I Gotcha Back, de GZA, tenemos un ejemplo maravilloso, que, creo, resume los encantos del rap a la perfección:

"What's the meaning of CRIME?
Is it Criminals Robbing Innocent Motherfuckers Everytime?"

No hay existencialismo acá. Es vulgar. No es profundo.
Pero sigue siendo un acrónimo rapeado con el mismo flow intimidante del resto del magnífico álbum. Imaginen a Arcade Fire insertando un acrónimo en su próximo álbum, y que no suene completamente ridículo.
Ruben Darío, lo digo en serio, estaría orgulloso.


La Música es repetitiva: Ajá. No esperen solos de guitarra después del segundo coro. No esperen intros elaborados, crescendos, clímaxes. Esperen beats producidos digitalmente en cada una de las canciones del género. Generados a base de retazos y repetidos muchas, muchas veces, hasta que se acabe la canción, sin variaciones notables. Cuando se acabe la canción actual, empezará un beat de construcción similar. Que se repetirá hasta que se acabe esa canción. Y así.
Personalmente, cuando me adentré en este género ridículo, lo que me llamó la atención son sus méritos musicales. Su producción. Los beats repetidos hasta el cansancio que se suceden en nuevos beats que se repiten hasta el cansancio.
Porque va MUCHO más allá de percusión digital puesta a cierta velocidad. Hay líneas de bajo de notable poder seductivo. Hay cientos de voces sobrepuestas. Hay retazos de jazz (y todos los instrumentos de viento que esto conlleva), de soul (y las maravillosas voces de los genios de los 60), de funk, todos rebuscadísimos. Cientos de sintetizadores. Sí: se trata de loops que se repiten indefinidamente, pero los loops generalmente durante bastante más de varios segundos y son de complejísima construcción. A su vez, los productores más brillantes del género usualmente construyen sus composiciones hipnóticas con variaciones sutiles. Y qué maravilloso es descubrirlas. Y más maravilloso aún es descubrir las composiciones originales que fueron recortadas por los productores. Y llegar a la impensable conclusión que funcionan mejor como loops, entrelazadas con varias composiciones más.
Los ejemplos que daré a continuación encuentran mayor mérito en su construcción musical que en su calidad lírica (que sigue siendo muy notable). Y este es precisamente la razón de ser de esta guía. Si googleas algo como "Top Hip Hop Albums All Time", probablemente encuentres a los discos mejor rapeados y cuya construcción musical es menos esencial. Te digo porque me pasó. Álbums como Ready to Die de Notorious BIG, o Enter the Wu-Tang (36 Chambers) de Wu-Tang-Clan, o Illmatic de Nas. Obras maestras, sin lugar a dudas, pero que probablemente no te llamen tanto la atención si es que el género aún no se ha adentrado en tu corazón.

El Rap es Mainstream, y es Terrible: Sí. Ay, los abominables videos de MTV del moreno con dientes de oro y cincuenta muchachas a su alrededor. Así es como la mayoría de latinoamericanos nos percatamos de que existía el género. ¡Cómo darse cuenta de que esos eran ejemplos notables, música perfectamente decente! ¡Y que tenía el mismo video del monstruoso rapeo sin encantos, de por ejemplo, el ex-esposo de Britney Spears o el fatal Soulja Boy! ¡Que la composición usa las mismas reglas!
Bueno: hay hip hop bueno y hip hop malo.
¿Alguna vez escucharon Nickelback o Creed? Es como juzgar al género del rock por esas dos bandas. O juzgar al jazz por Kenny G. O basarse en Ricardo Arjona para juzgar algo.


Espero haberlos intrigado. Tan solo lo suficiente como para que descarguen alguno de los álbums a continuación. Y que eventualmente se conviertan en monstruos que no escriban The sino Da, hablen de Mic y de Flow y de Mothafuckin' Dope. Y que quieran pasar de mestizos a negros y que se agarren la entrepierna en público con insana frecuencia. Ojalá, amigos míos, así sea.


LOS CINCO DISCOS QUE HARÁN QUE EL HIP HOP PASE DE SER UN COMPILADO DE NEGROS MALHABLADOS A UN MELANGE DE ÉXOTICAS DELICIAS MUSICALES


1. Madvillain -- Madvillainy






Un álbum sobre un súper-villano. Sobre alucinaciones ultra surrealistas. Sobre doritos, cheetos y freedos. Los samples están construidos no solo sobre líneas de bajo particularmente potentens, sino sobre samples de temas de Frank Zappa y Steve Reich y retazos de películas de Clase B. Diría que esto es avant-garde, pero cada rima podría ser un tweet perfectamente respetable. Y es, en toda su extravangaza, un álbum muy accesible para el no-inmerso: 23 temas con una duración promedio menor a dos minutos y muy, muy distintos entre sí.
Esta colaboración de Madlib y MF Doom, ambos en su pico creativo, es una pieza milagrosa: el mejor álbum de hip hop para quien no ha escuchado hip hop. Personalmente, luego se convirtió en el mejor álbum de hip hop, a secas.
ASÍ QUE NO QUIERES DESCARGARTE EL DISCO: Por lo menos escucha All Caps. Pero de lo que te pierdes.

http://bit.ly/10GzmdW

2. A Tribe Called Quest -- The Low End Theory




"You could find the abstract listening to hip hop,
My pops used to say: it reminded him of be-bop."
Con esto empezó la pasión desenfrenada.
The Smoothest Record Ever.
Debieron ser las líneas de bajo, tan saqueadas del jazz y tan protagonistas en el mix final. O los vientos. O que tengamos canciones cuyo fondo musical va de una pieza be-bop avant-garde al minimalismo tribal. O que Q-Tip pueda rapearte, tan tranquilo, sobre las dimensiones de su calzado, y que sientas que se trata de la confesión casi excesivamente intimista. De repente el hip hop no era la "Plataforma Para Hacerse el Bacán Con Música de Fondo", era un nuevo instrumento de relajación y que conllevaba los mismos trances de distensión que Miles Davis en sus mejores momentos.
ASÍ QUE NO QUIERES DESCARGARTE EL DISCO: Escucha Excursions, Check The Rhime y Scenario.

3. The Beastie Boys -- Paul's Boutique





¡Ele, pero estos son blancos!
Los Beastie Boys son, quizás, el grupo que recuerdo con más nostalgia de esos años dorados de MTV. Recuerdo Intergalactic entre los episodios de Beavis and Butthead y de Daria, y de cómo no me dejaban ver ninguna de las series porque eran muy patanas (aunque hay que decirlo: Daria, en retrospectiva, es bien cínica pero no es ni tan vulgar). Los gritones blancos disfrazados de blanco están entre mis recuerdos más atrevidos de mi niñez. El videoclip de Sabotage, por su parte, es el mejor de todos los tiempos. Este último punto no se presta a ningún tipo de discusión, así que ni empiecen.

En el Paul's Boutique no encontrarás a ninguno de esos himnos tan emblemáticos. Ni a Girls, el de la publicidad de Cristal; ni a No Sleep 'Til Brooklyn, una de sus primeras demostraciones de explosividad.
Lo que sí encontrarás: a los Beastie Boys en su período más experimental en la era más experimental del hip hop: cuando todas las guaraguas eran permitidas y nadie te demandaba por robarte nada. Y escucharás, fascinado, a la línea de bajo de Superfly, de Curtis Mayfield que luego será la intro de Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band. Y luego uno de los riffs de The End, también de los Beatles. Y con estos retazos se armarán los beats de fondo de tus nuevos gritones favoritos.
Esta gloriosa mezcla de humor inteligente, complejidad de samples y pura experimentación logró que los Beastie Boys pasen de ser poperos punkeros raperos divertidos a una de las agrupaciones más esenciales del género.
ASÍ QUE NO QUIERES DESCARGARTE EL DISCO: En serio? Escucha Eggman, Hey Ladies y Sounds of Science.

bit.ly/XCoZVa

4. OutKast -- Aquemini




A estos también los conoces. Lo que es más, los respetas. No importa tu estrato social, tu raza o la calidad de tu infancia: seguramente crees que Ms. Jackson es una gran canción. Que la canción del video de pantalones verdes era un buen tema de farra. Que eran chistosos, por último.
Acá el secreto: no es lo mejor que hicieron.
¿Por qué recomendar este disco?
a) Ya te caen bien. A diferencia de la mayoría de portavoces del género, al André 3000 le tienes cierta simpatía. Será por su gloriosa aceptación de los Grammy en el 2004 (cuando sube, dice "Thanks", y se va, mostrando la misma aberración por los premios que vos sientes cada marzo), será porque es más hecho el maniático que un hecho el bacán. Te tomarías par bielas con el man sin sentirte fuera de lugar: aunque sea par.
b) Porque sí son maniáticos. Outkast escupe líneas con una ferocidad y un surrealismo dignos del mejor rincón del Lorenzo Ponce. No vas a entender nada de lo que dicen, pero vas a identificarte con las intenciones. Y cuando finalmente lo descubras, verás las connotaciones políticas, históricas, linguísticas. Y lo amarás tanto más.
c) Porque, como contraste a la rima maniática, tienes una producción más bien acogedora, con notables influencias jazz y funk y espaciosas guitarras acústicas y eléctricas y oh, esos deliciosos estallidos de trompeta en media canción.
d) Spottieottiedopaliscious.
ASÍ QUE NO QUIERES DESCARGARTE EL DISCO: Quién te entiende. Escucha Spottieottiedopaliscious, Rosa Parks, Aquemini y Liberation.

bit.ly/10x4JsR


5. DJ Shadow -- Endtroducing...




La roña. Es de estatus legendario que Josh Davis, el creador de esta obra maestra, solía ir por las tiendas de discos y cambiar su álbum de la sección de "Electrónica" a "Hip Hop". No creo que sea ninguno de los dos géneros.
Este es el mejor ejemplo de lo que se puede crear a base de samples. La respuesta definitiva a las críticas anti-DJ.

Aquí la colosal premisa: Davis, un nerd musical caucásico tiene una colección de vinilos muy, muy grande. Un buen día, decide tomar pedazos de tres mil de sus canciones y plasmar el collage en un álbum de sesenta y tres minutos. Para suerte de los oyentes apasionados del mundo, el buen Josh es un compositor magistral, y los compila los resultados en trece de las canciones más emocionantes de los noventa. Su resultado no ha sido replicado jamás (aunque el Since I Left You, de The Avalanches, intentó y le fue bastante bien). Un disco denso en atmósfera y en construcción, pero majestuoso.
Puedes echar todo este artículo a la mierda, pero, por el amor de Dios, no dejes de escucharlo.
ASÍ QUE NO QUIERES DESCARGARTE EL DISCO: Porfiado mismo eres. Bien: escucha Building Steam With a Grain of Salt y Midnight in a Perfect World y cambia inmediatamente de opinión.